Es el lento despertar de un sueño que me hubiera gustado estirar como el chicle. Volver a tener que hacer esfuerzos por creer en algo que pude llegar a creer a pies juntillas. El regreso a la duda ante a cosas que, francamente, me importan un bledo.
Pero también hay algunas huellas que no se borran.
Pero también hay algunas huellas que no se borran.
2 comentarios
la sombrilla insolada contesta: -
nadie -
Eso es lo que dice la señora que me limpia la escalera.