El texto de ayer.
Ésto iba a ser un pequeño texto sobre la mañana de hace dos días. Iba a hablar de como me gustó escuchar el sonido de las gotas disolverse en el suelo caliente, el placer que sentí al oler un viento cargado de agua y de cómo lo dejé juguetear un poco con mi pelo. De la luz azul, calmada, sosegada, que como una elegante dama entraba en mi casa sin ninguna estridencia, casi, casi, como en un susurro. Este texto iba a hablar sobre mi primer día de otoño. Mi otoño del mes de agosto. Pero llegué tarde. Y la mañana de hoy tiene tanto que contar, que prefiero contar la anterior. La de hoy, si me lo permitís, me la guardo para mí.
5 comentarios
O. C. P. -
O. C. P. -
nadie -
la sombrilla insolada contesta: -
¡que paciencia!
VIVI -
EJJJJJJJJJJKEROSA, LA MAÑANA DE HOY LA HAS PASADO CONMIGO, TAN MALA NO HA PODIDO SER SO AJJJJJJJJJJJJJQUEROSA!!!!!!!!
ALA, AHORA TE QUEDAS SIN SANDIA.