Hola de nuevo.
Porque hoy me he encontrado de nuevo con ella. La rutina cara a cara. Y a los lados. Y tras de mí.
La rutina hoy olía a lluvia de broma, a goma quemada, a metal, a perfume barato y a sudor. Olía a tierra aplastada y a humo. También a lejía, amoniaco y a libros viejos llenos de polvo.
Hoy me decía al oído algo que sonaba como un pájaro mudo. Un estruendo y un agudo arañadzo. Cambiaba tan rápidamente de idioma como de registro y me era difícil comprenderla. Hoy no ha cantado. Me ha faltado eso.
Lucía un vestido gris que tornaba al negro para luego cambiar al azul y amarillo deslumbrante. Pero como casi siempre, me la he encontrado vestida de largo, mirándo con sorna mis brazos descubiertos y mi piel erizada por sus caricias frías. Su vestido volvió a cambiar al ocre al mismo tiempo que el calor volvía a sus manos.
La rutina hoy sabía a café caliente. Me lo he tomado a su salud, porque al fín y al cabo, encontrarme hoy con ella me ha hecho sentir...
La rutina hoy olía a lluvia de broma, a goma quemada, a metal, a perfume barato y a sudor. Olía a tierra aplastada y a humo. También a lejía, amoniaco y a libros viejos llenos de polvo.
Hoy me decía al oído algo que sonaba como un pájaro mudo. Un estruendo y un agudo arañadzo. Cambiaba tan rápidamente de idioma como de registro y me era difícil comprenderla. Hoy no ha cantado. Me ha faltado eso.
Lucía un vestido gris que tornaba al negro para luego cambiar al azul y amarillo deslumbrante. Pero como casi siempre, me la he encontrado vestida de largo, mirándo con sorna mis brazos descubiertos y mi piel erizada por sus caricias frías. Su vestido volvió a cambiar al ocre al mismo tiempo que el calor volvía a sus manos.
La rutina hoy sabía a café caliente. Me lo he tomado a su salud, porque al fín y al cabo, encontrarme hoy con ella me ha hecho sentir...
2 comentarios
nadie -
Y esto vale solo por un momento, porque en seguida la muy zorra se acostumbra y tienes que volver a cambiar de táctica.
el comeorejas -