Se mascaba (literalmente) la tragedia.
Esperábamos impacientes su llamada de teléfono. Todo estaba listo. Regalo, sonrisa "felíz cumpleaños", tarta de cinco kilos y frase tronchante escrita en la superficie, con chocolate.
Como no llamaba, tomamos la iniciativa. El problema fue que al ser muy tarde, se negó a venir. Las intensas negociaciones no sirvieron de nada así que nos quedamos chafados en el sofá, mirándo la tarta con expresión compugida. Y como no había nada que hacer, y no podía ser de otra manera si juntas a cuatro cabezas que en una tarta de cumpleaños han escrito el mensaje "El Lucaash se ha quitao las bfotas", alguien dijo que le apetecía pastel.
Cuando me quise dar cuenta las luces estaban apagadas y cantábamos el cumpleaños felíz a voz en grito mirando un montón de velitas, mientras la homenajeada se encontraba en un bar del centro esperando nuestra llegada.
Si no hubiera existido un malentendido telefónico en el que supuestamente nosotros apareceríamos de un momento a otro ante la cumpleañera para que se nos invitara a cenar el día de su felíz aniversario, habría sido divertido enseñarle al día siguiente, las fotos de cómo nos zampábamos su tarta y soplábamos las velas por ella.
Si la espera no se hubiera prolongado hasta casi las tres de la mañana, también habría sido divertido entregarle la tarta a medias y hacerle soplar las 23 velitas medio derretidas.
Maldito pretérito subjuntivo.
Como no llamaba, tomamos la iniciativa. El problema fue que al ser muy tarde, se negó a venir. Las intensas negociaciones no sirvieron de nada así que nos quedamos chafados en el sofá, mirándo la tarta con expresión compugida. Y como no había nada que hacer, y no podía ser de otra manera si juntas a cuatro cabezas que en una tarta de cumpleaños han escrito el mensaje "El Lucaash se ha quitao las bfotas", alguien dijo que le apetecía pastel.
Cuando me quise dar cuenta las luces estaban apagadas y cantábamos el cumpleaños felíz a voz en grito mirando un montón de velitas, mientras la homenajeada se encontraba en un bar del centro esperando nuestra llegada.
Si no hubiera existido un malentendido telefónico en el que supuestamente nosotros apareceríamos de un momento a otro ante la cumpleañera para que se nos invitara a cenar el día de su felíz aniversario, habría sido divertido enseñarle al día siguiente, las fotos de cómo nos zampábamos su tarta y soplábamos las velas por ella.
Si la espera no se hubiera prolongado hasta casi las tres de la mañana, también habría sido divertido entregarle la tarta a medias y hacerle soplar las 23 velitas medio derretidas.
Maldito pretérito subjuntivo.
6 comentarios
la sombrilla insolada contesta: -
nadie -
PASADO SIMPLE del verbo ser:
Fué.
la sombrilla insolada contesta: -
En cuanto a la solución...Aquello pasó en enero, y desde entonces se enfriaron mucho las cosas...Hay veces que somos demasiado golosos y eso nos pierde...
nadie -
Mañana os habreis emborrachado y os habreis olvidado de todo.
Anónimo -
el comeorejas -
Por cierto, ¿veis la foto?, porque yo no la veo...y me consta que existe.