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Frustarado. Memorias de un paraguas transilvano.

Días de puente y barbacoa.

Días de puente y barbacoa. ¡Qué de cosas nos quedan por aprender!
Si durante un puente largo, la opción es salir a hacer una barbacoa, ahí van unas nociones básicas para que la empresa sea todo un éxito.

1. Llegar temprano al sitio elegido, o en su defecto mandar una avanzadilla (vease tambien pringado de turno) a reservar sitio, mesa, sombra y barbacoa.
2. Asegurarse de que la carne no está congelada antes de acometer la misión de asarla.
3. Llevar contigo unas pinzas, o algún objeto no conductor del calor, para mover la carne cuando está sobre las brasas candentes (si es que ya se ha descongelado).
4. Nunca olvidarse el abridor (o en su defecto al amigo o amiga que te abre el botellín con los dientes).
5. El hielo en una bolsa no enfría las cervezas que están en otra. Intenta ponerlo todo junto si deseas tener bebidas no indigestas.

Con estas cinco premisas el día se presenta como agradable. Pero si queremos una jornada realmente inolvidable, tenemos que agenciarnos con el "kit del dominguero".

1. Gorra de publicidad y riñonera.
2. Calcetines (raya roja y raya azul) subidos casi hasta la rodilla. (el modelo de calcetín con dos raquetas bordadas tambien nos vale)
3. Bermudas psicodélicas y chancla de marca.
4. Reproductor de música con una selección de las canciones más horteras que estén de moda. Si no se dispone de ellas, recurrir a los chichos, los chunguitos, cualquier grupo que empiece por "los C...", o una recopilación de grandes éxitos de radio olé.
5. Sombrilla, mantel, raquetas, juego de petanca, balón de fútbol desinflado, colchoneta de playa y caja de puros para invitar a los amigos.

Pese a lo que pueda parecer, el dominguero es buena gente, siempre está dispuesto a echar una mano y tendrás su amistad para siempre si accedes a sus ofertas de trueque, por las que siente una pasión incontrolada:
-Majetes,¿nos daís un vasito de vuestra Sangría? Si quereís vosotros os podeis pasar por la mesa del árbol grande y tomaros un cafelito, que veo que no tenéis....

Y es que como siempre, hay algunos que ni para domingueros servimos.

1 comentario

Peterseller -

De joven siempre odié todo lo que oliera a domingo. Gente a la que supuestamente les gusta el campo, y se dedican a decorarlo con latas, plásticos, botellas, colillas, y un largo etcétera de adornos sólo comparable a los de un abeto de navidad.
Se reunen entre ellos, gritan, lo alborotan todo y "sueltan" a sus hijos sin importarles lo que estos puedan hacer o a quién puedan molestar.
Debo reconocer que el mundo no deja de girar y aunque me siguen produciendo nauseas, últimamente me he "colado" entre ellos en varias ocasiones ¿será que me estoy haciendo mayor? ¿se me estarán agotando las fuerzas, y con ello la rebeldía juvenil?
Y es que no me cabe en la cabeza como se puede querer disfrutar del campo y tener tu coche a menos de diez metros...