Otra vez el tren.

-No voy a llegar, seguro que no llego. Lo pierdo, ya habrá salido.
-Tranquila, que seguro que llegas, esos autobuses siempre se retrasan.
-No éste. Lo sé porque no sería la primera vez que me pasa...¡que rabia, para un día libre que tengo!
Y la voz de su amiga ya no se oía, pero el chico de azul la veía hacer gestos y asentir con la cabeza con aire de seguridad. Ambas se contaban los planes. Muy animadas y entre risas, de vez en cuanto se escuchaba el lamento por la lentitud del tren y acto seguido una frase que animaba a seguir intentándolo. Llegaron a su destino "Ahora toca correr", pero para su sorpresa, una de ellas no abandonó el tren, sino que sacó un libro y se puso a leer.
Bajaron en la misma estación, caminaron unos minutos uno al lado del otro, y al final de la escalera mecánica se separaron. Desde el siguiente anden, él alzó un par de veces la cabeza y la vió buscando entre la multitud de maletas y saludos que se sucedían abajo. Y nunca supo a quién estaba buscando y si su amiga llegó a tiempo a su destino.
Yo sí sé la respuesta.
3 comentarios
la amiga -
la sombrilla insolada -
nadie -
¿Tiene que ver con un amante, con una venganza o tal vez es un aunto de espionaje?