twinkle twinkle little star...

Alguien una vez me regaló una estrella.
Tendidos boca arriba, yo sobrecogida ante tal inmensidad, él disfrutando serenamente, con esa tranquilidad que a veces le envidiaba. "mira cuántas estrellas. Elige una", me dijo. Alargué la mano como hacen los niños cuando, fascinados, se les invita a elegir un artículo en una tómbola de una feria. "esa" dije en voz alta, señalando al infinito y clavando mi mirada en un puntito brillante, pequeñito, que brincaba como un infante el día de su cumpleaños entre sus hermanos mayores. "Pues te la regalo. Esa estrella es para tí". No recuerdo cuál es. Ni siquiera sabría encontrarla. Incluso puede que esa misma estrella haya sido regalada millones de veces a otras personas, en otros lugares...Pero una vez me perteneció y fue sólo mía.

7 comentarios

[la sombrilla insolada - 26 de marzo de 2007 - 01:43]

Muchísimas gracias Lucero por tus palabras, animan tanto... Espero que encuentres tu estrella pronto y qeu vuelvas de vez en cuando por aquí.

[Lucero - 25 de marzo de 2007 - 20:49]

Esto de la web es increíble!!! A mí una vez me regalaron una estrella... yo también he regalado estrellas... Y justo hoy estoy buscando una que era mía... que era yo... pero que no sé en dónde la olvidé!!!

Enormes saludos y maravillosa capacidad de narración!

[Freakbeast - 20 de julio de 2005 - 08:49]

Insisto: tienes una talento descriptivo que me lo tendrías que prestar un rato a ver si acabo un par de trabajos que tengo por ahí sueltos...
¡es que haces uno se sienta bajo un manto de estrellas, joder! (uy! Perdón)

[la sombrilla insolada contesta: - 19 de julio de 2005 - 21:24]

Pues viniendo del mismísimo Nadie, he de decír que me encanta.

[nadie - 19 de julio de 2005 - 20:23]

Pues yo te regalo...
el aire que hay entre las Meninas de Velazquez...
¿te gusta?

[la sombrilla insolada contesta: - 19 de julio de 2005 - 02:38]

Gracias a tí. Vuestros comentarios me animan a seguir con esto...

[bafomet - 19 de julio de 2005 - 01:03]

simplemente cojonudo, gracias por traerme un momento de mi infancia del que casi, casi, me olvido