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Frustarado. Memorias de un paraguas transilvano.

Al final del día.

Al final del día. En un día tan malo como hoy, se agradece poder salir al balcón y oler ( un poquito porque mi nariz tiene un tapón) la lluvia. No puedo decír tierra mojada porque mentiría, no, ya no.
Si cierro los ojos es como si estuviera en el mar. Las hojas se mueven y hacen "shhhhh, shhhhhh" (las olas). El viento sopla y hace "uuuuhh, uhhhh" (la brisa). Las persianas crujen y hacen "crraaaak patacraaak" (las maderas de mi barca)...
Y así viajo, sin salir de mi balcón.

1 comentario

Ian Moon -

Bonito post, casi poetico. Que tu barca siempre navegue con el viento a favor.

¡Chaos!